¿CÓMO SE FABRICA UNA NAVAJA ARTESANALMENTE SIGUIENDO LA TRADICIÓN CENTENARIA DE TARAMUNDI Y ALREDEDORES?


El proceso de elaboración artesanal de una navaja comienza en la fragua. Un fuelle con un tirador realizará el proceso de soplado. El acero es calentado al rojo vivo, se extrae la hoja del fuego y en un yunque se moldea la hoja a golpe de martillo forjando el diseño elegido en la misma. Una vez que ha tomado la forma, con un mazazo seco se desprende del resto del acero.

 

El siguiente proceso es grabar el nombre del artesano o la marca con la que se comercializa el producto (J. RODIL), o en su defecto, el nombre con el que queramos personalizar la navaja. Una vez fría la hoja se cortan los bordes y se perfila. Seguidamente se hace la marca de la uña. Así tememos la forma definitiva.

 

Este es el momento que se empieza el trabajo del mango que se suele realizar con maderas duras de boj, uz y otras más novedosas como el ébano. El boj y la uz proceden de los bosques colindantes ya que son arbustos que crecen silvestres.

 

Lo primero que se le hace al mango es su desbaste que se hace con una “coitela” y poco a poco va cogiendo forma. Con una sierra se le hace una ranura. Se marca y se rebaja el espacio para la virola.


Ahora empieza el proceso de preparar la virola. La virola puede ser de latón o de acero inoxidable y se la va modelando poco a poco con un martillo y con una lima se pulen las esquinas y se decora con el dibujo deseado.


Por primera vez se ensamblan todas las piezas de la navaja pero no es su proceso definitivo.


Después se le da los últimos retoques con una lima, ya está listo para proceder a su decoración. Una vez tallada la madera con el dibujo elegido, con una barra de hierro al rojo vivo, se le aplica goma laca para rellenar los surcos que se dibujaron en el mango.

 

Se desmonta la navaja otra vez y se coge de nuevo la hoja, se calienta de nuevo y es el momento en que se templa en agua fría proceso muy delicado ya que si el temple no es el adecuado el acero puede romper fácilmente, lo que indicaría que la hoja quedó demasiado dura, o puede doblar, lo que indicaría que quedo demasiado blanda.


Después de este proceso se procede a su afilado que se realiza en una piedra natural y se abrillanta en piedra artificial.


Se procede a poner el eje en la virola. Con una varilla metálica hacemos el eje, se corta con una sierra y se remacha con un martillo.


Ahora se le da color al mango, se pule y se abrillanta, para este proceso utilizamos distintas lijas que van dejando el mango liso, se eliminan los restos de goma laca que sobresalen y se barniza con un barniz realizado de forma artesanal.